La nomofobia es el trastorno que sufren las personas que tienen una dependencia extrema de su teléfono móvil.
Los síntomas consisten en muestras de nerviosismo, irritabilidad e incluso crisis de ansiedad por el móvil.
Puedes tener una idea bastante acertada si realizas el conocido test de nomofobia o test de adicción al móvil
Última actualización: 19-08-2020
Los smartphones nos tienen cada vez más enganchados a los teléfonos móviles. Hemos creado una dependencia absoluta con el teléfono móvil que se ha acentuado aún más debido al confinamiento. Pero, ¿cuándo podemos hablar de adicción al móvil?, ¿sabes cómo se llama?, ¿qué grupos sociales tienen más riesgo de padecerla? Hablamos de lo que se conoce como nomofobia. Si crees que alguien cercano o tú mismo podría padecerla, recuerda que contar con los servicios de un profesional de confianza pueden ayudarte.
¿Qué es la nomofobia?
La nomofobia es una de las adicciones más importantes asociadas a las nuevas tecnologías. Los psicólogos utilizan este término para designar al trastorno que sufren las personas que tienen una dependencia extrema de su teléfono móvil.
No podemos obviar la incidencia que la nomofobia podría tener en nuestra sociedad, especialmente si tenemos en cuenta que gran parte de familias españolas tienen al menos un teléfono inteligente.
Nomofobia: síntomas
Los síntomas de la nomofobia aparecen cuando no se puede acceder al teléfono móvil, o se queda sin conexión o acceso a Internet, y consisten esencialmente en muestras de nerviosismo, irritabilidad e incluso crisis de ansiedad por el móvil. Si con la descripción que hemos hecho crees que alguien de tu entorno o tú mismo podría estar padeciendo este trastorno, presta atención a los síntomas asociados y acude a un profesional en el momento en que te sientas identificado:
- Revisar las notificaciones del móvil compulsivamente.
- Muestras de mal humor cuando no se puede revisar el dispositivo constantemente.
- Miedo irracional a quedarse sin batería.
- Enfado desproporcionado si se agotan los datos de navegación, si no hay Wifi o si se imponen límites para usar el teléfono móvil.
- Dormir con el móvil muy cerca como por ejemplo metido en la cama o en el suelo.
- Nerviosismo al no recibir una respuesta a los mensajes.
- Problemas para socializar con los demás.
- Rendimiento bajo ya sea en el colegio o en el trabajo.
- Apatía o aburrimiento ante actividades de ocio que no requieran el teléfono móvil.
En definitiva, los problemas con el móvil llegan en el momento en que perdemos el control sobre nosotros mismos y nuestro smartphone se convierte en una obsesión, sintiendo la necesidad de estar conectados las 24 horas del día.
Cómo afecta a los jóvenes el móvil
Los adolescentes y pre adolescentes de ahora han nacido en una época digitalizada donde estamos hiperconectados y ellos son los que más adicción al móvil presentan. En concreto, la nomofobia afecta especialmente a un rango de edad que oscila entre los 12 y los 23 años. En este grupo, destacan conductas que también podemos ver en el resto de la sociedad, ya que se trata de un cambio de hábitos, sin embargo, en ellos pueden alcanzar límites extremos:
- La gran mayoría de los jóvenes no leen libros antes de dormir ni quedan con sus amigos para compartir, con ellos, las fotos de las últimas vacaciones. Y, todavía es mucho más raro encontrarnos con un adolescente que lea un periódico completo en papel. En cambio, pueden entrar en sus redes sociales para conocer las últimas novedades, y para saber qué han hecho sus amigos durante el día en lugar de preguntarles.
- El smartphone tiene un papel tan representativo en la vida de los jóvenes que llega incluso a extremos realmente llamativos. Realizan las actividades más habituales a través de teléfonos móviles, hasta el punto de relacionarse casi exclusivamente por esta vía. Por ejemplo, son muchos los que rompen relaciones sentimentales con un sencillo WhatsApp.
La nomofobia afecta especialmente a un rango de edad que oscila entre los 12 y los 23 años.
Por tanto, teniendo en cuenta el grado de dependencia que tienen los jóvenes con el móvil, podemos hablar de la adolescencia como una etapa de riesgo en la que además estos hábitos, propios de la era digital, se mezclan con la búsqueda de aceptación y la necesidad de sentir la pertenencia a un grupo determinado.
Entre los adolescentes, son las chicas las que tienen más posibilidades de sufrir nomofobia, según apuntan los expertos. Ellas son capaces de crear relaciones por escrito mucho más fuertes, dando prioridad a la expresión de sus emociones a través del teléfono móvil o incluso a través de emoticonos en lugar de quedar con la otra persona y dejar brotar sus sentimientos cara a cara.
En los últimos meses, hemos experimentado un fenómeno inusual que nos ha tenido hiperconectados al móvil. Se trata del confinamiento para frenar la pandemia del coronavirus, un periodo de tiempo donde todos hemos desarrollado cierto grado de adicción al móvil en mayor o menor medida:
- Irremediablemente, hemos sustituido las conversaciones en persona y el afecto físico por las videollamadasy los mensajes a través del teléfono móvil. Teníamos la necesidad de relacionarnos con los demás y gracias al móvil lo hemos conseguido de una forma diferente.
- La tecnología nos ha servido para mantener una comunicación constante con nuestro entorno pero también para estar a la última sobre personalidades influyentes, disfrutar de momentos de ocio, enterarnos de las últimas noticias, realizar compras y transferencias bancarias entre otras operaciones.
Ahora, estamos completamente conectados con apps y redes sociales, herramientas que utilizamos para gran cantidad de funciones, incluso mucho más que antes del confinamiento.
¿Cómo saber si tienes adicción al móvil?
Puedes tener una idea bastante acertada si realizas el conocido test de nomofobia o test de adicción al móvil. Hoy en día puedes encontrar varios de ellos o incluso apps donde puedes hacerlo. Sin embargo, es importante que acudas a un profesional
especializado para recibir el diagnóstico que necesitas antes de ponerte en tratamiento.
Los expertos señalan que la manera de superar la nomofobia empieza por reconocer el problema que supone y, a continuación, ponerse en manos de expertos que recomienden medidas concretas, como establecer horarios de uso del teléfono y obligarnos a dejar el móvil en casa cuando vamos a un acto social. Los tratamientos para la nomofobia pueden incluir alguna o varias de las siguientes pautas:
- Apagar el teléfono por la noche.
- Dejar el teléfono móvil en una habitación distinta mientras lees, estudias, cocinas, duermes o realizas cualquier otra actividad cotidiana.
- Elimina aplicaciones que no necesites.
- Realizar pequeñas salidas sin el teléfono móvil.
- Disminuir de forma progresiva el tiempo de uso.
- Limitar los horarios en que utilizas el terminal.
Nomofobia. Una adicción de todos.
La nomofobia, diagnosticada como tal, afecta sobre todo a adolescentes y pre adolescentes, tal como hemos detallado. Sin embargo, hoy en día todos sufrimos uno o varios de sus síntomas en mayor o menor grado.
Conocer lo que es la nomofobia nos invita a reflexionar sobre el nivel de dependencia que tenemos con el teléfono móvil, un ejercicio que deberíamos hacer especialmente tras el confinamiento por el coronavirus. ¿Realmente necesitamos el teléfono móvil tanto como lo usamos?, ¿en qué medida hemos recuperado hábitos offline que nos hacían felices antes de estar confinados?, ¿tiene la culpa el móvil de algunos problemas como el insomnio o las relaciones tóxicas?
Quizás deberíamos pararnos y responder a preguntas similares para percatarnos de una posible necesidad de ayuda profesional y ser un poco más felices al mismo tiempo que dejamos a un lado el teléfono móvil por más tiempo.